Los cachorros son perros que no controlan sus esfínteres y, cuando te regalan uno, has de tener paciencia con él porque acabará orinando y defecando en casi todas partes hasta que, con la repetición, consigas que el perro sepa dónde hacerlo y aguantarse.
Por supuesto, hay unos momentos en los que el perro puede tener más ganas de hacer sus necesidades y es en momentos como esos donde deberías introducir los paseos de modo que sepa que es cuando puede hacer sus necesidades.
Esos momentos son:
- Justo después de una siesta o al despertarse por la mañana.
- Después del juego. Es posible que después de jugar, bien contigo o con otros perros, le entren ganas.
- Unos 15-30 minutos después de comer.
Hay un momento en el que los cachorros no van a poder aguantar y acabarán orinándose, incluso encima. Es cuando experimentan miedo o euforia. Por ejemplo, si le has levantado la voz y lo has cogido, lo más seguro es que se orine. Por el contrario, si te has ido de casa y vuelves al cabo de unas horas, la alegría que le da recibirte hará que acabe orinándose.
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